TODO
SOBRE LOS PROBLEMAS SEXUALES
¿QUÉ
SON?
Los
problemas sexuales en pacientes de esclerosis múltiple (EM) se definen como los
trastornos emocionales/psicológicos y fisiológicos que dificultan mantener
relaciones sexuales plenas con la pareja.
La
disfunción sexual (problemas sexuales) es un trastorno frecuente asociado
a la EM y contribuye al empeoramiento de la calidad de vida de estos pacientes.
La EM no
incapacita a hombres y mujeres para poder ser padres y madres, aunque los
problemas sexuales pueden dificultar la fertilidad. Estos problemas pueden ser
tratados satisfactoriamente con medicación y/o mediante terapia desarrollada
por psicólogo/ sexólogo/psiquiatra.
¿CÓMO
SE MANIFIESTAN?
Aunque la función sexual normal cambia a lo largo de la vida, la
experiencia de la EM puede afectar la experiencia sexual de una persona de
distintas maneras.
La EM puede afectar las expresiones de intimidad de las
siguientes formas:
Disfunción sexual primaria: es resultado directo de
cambios neurológicos que afectan a la respuesta sexual. Puede suponer la disminución
o la pérdida del impulso sexual, sensaciones genitales disminuidas o
desagradables y menor capacidad para llegar al orgasmo.
Disfunción sexual secundaria: se debe a síntomas que
no implican directamente al sistema genital, tales como problemas de vejiga e
intestino, fatiga, espasticidad, debilidad muscular, temblor del cuerpo o de
las manos, falta de atención y concentración y alteraciones sensoriales no
genitales.
Disfunción sexual terciaria: se deriva de factores
psicosociales y culturales relacionados con la discapacidad y que pueden
interferir con los sentimientos y las experiencias sexuales de cada uno. El
hecho de que una persona discapacitada no pueda mantener relaciones sexuales se
encuentra estigmatizado en la sociedad, por lo que puede afectar a la expresión
sexual del paciente.
Los síntomas que los hombres comunican con más frecuencia
son:
• Capacidad disminuida de conseguir o mantener una erección.
• Dificultad con el orgasmo.
• Escasa sensibilidad en el pene.
En la mujer, los síntomas pueden incluir:
• Pérdida parcial o total de la libido (deseo sexual)
• Lubricación o sensación vaginal reducida.
¿POR QUÉ
APARECEN?
En el
caso de las personas con EM, es necesario considerar varias causas para los
problemas sexuales: por un lado, la carga emocional y psicológica de
sufrir EM puede ser tan grande que haga que el paciente no sienta ninguna
excitación ni deseo ante una demostración física de amor y ternura con su
pareja. Por otro lado, también es posible que la propia enfermedad o los
trastornos causados por la EM conviertan la actividad sexual en un
problema.
Con frecuencia, ambos factores influyen. A algunos
pacientes les preocupa la actividad sexual porque creen que supondrá un
esfuerzo demasiado grande y que la EM empeorará o provocará un nuevo episodio
de la enfermedad. Esta preocupación es absolutamente infundada.
Es importante situar los problemas sexuales en el contexto
global del paciente con EM y de su pareja, posiblemente, incluso de toda la
familia, en lugar de abordarlos como un tema individual.
Existen distintos síntomas relativos a EM que provocan
indirectamente problemas sexuales a los pacientes:
La fatiga y la debilidad pueden disminuir el deseo y la actividad
sexual.
La espasticidad puede provocar calambres y espasmos
intensos (movimientos involuntarios de los músculos) en las piernas, impidiendo
adoptar posturas cómodas durante el acto sexual.
El dolor puede impedir sentir placer durante las
relaciones sexuales.
Los problemas causados por la vejiga y los problemas
intestinales crean malestar durante las relaciones sexuales.
¿CON QUÉ
FRECUENCIA APARECEN?
Se ha
descrito que la disfunción sexual se encuentra presente en aproximadamente 63-
43% de los pacientes con EM.
TRATAMIENTOS
Existen distintos tratamientos para la disfunción sexual,
tu médico evaluara si alguno de ellos se ajusta a tus necesidades.
En el caso de los hombres, la disfunción eréctil puede ser
tratada mediante:
• Medicamentos orales: que relajan el músculo liso del pene y
facilitan la duración de la erección: tadalafilo, sildenafilo y vardenafilo.
• nyecciones y auto-inyecciones en el pene.
• Supositorios uretrales.
• Cremas y geles.
• Tubo de vacío y la banda de constricción.
• Penes de látex.
• Vibradores con forma de látex.
• Prótesis peneanas: semirígidas (implantadas quirúrgicamente y
pueden tener complicaciones importantes) o hinchables (mediante bombeo de
líquido).
En el caso de las mujeres, los problemas a tratar son la
sequedad y la estenosis vaginales:
• El método más sencillo de contrarrestar la sequedad vaginal es
aplicar cantidades abundantes de lubricante soluble en agua. Si la
sequedad persiste incluso con lubricante, será precisa una dosis más elevada
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