El cerebelo y sus
funciones motoras
El cerebelo ha recibido el nombre de área silente del
encéfalo durante mucho tiempo, sobre todo porque su excitación eléctrica no
origina ninguna sensación consiente y rara vez causa alguna actividad motora.
Sin embargo, su extirpación hace que los movimientos corporales cobren un
carácter muy anormal.
El
cerebelo resulta especialmente vital durante las actividades musculares rápidas
como correr, escribir a máquina, tocar el piano e incluso conversar. La
desaparición de este componente del encéfalo puede provocar una incoordinación
casi total de estas tareas aun cuando su pérdida no ocasione la parálisis de
ningún músculo. Pero, ¿cómo es que el cerebelo puede ser tan importante cuando
carece de cualquier capacidad directa para producir la contracción muscular? La
respuesta a esta cuestión señala que sirve para ordenar las actividades
motoras y también verifica y efectúa ajustes de corrección en estas
actividades.
El cerebelo recibe constantemente información actualizada
acerca de la secuencia deseada de contracciones musculares desde las áreas
encefálicas de control motor; también le llega una información sensitiva
continua desde las porciones periféricas del organismo, que comunica las
variaciones sucesivas en el estado de cada una de ellas.
Además, el cerebelo
contrasta los movimientos reales descritos por la información sensitiva
periférica de retroalimentación con los movimientos pretendidos por el sistema
motor. Si la comparación entre ambos no resulta satisfactoria, entonces
devuelve unas señales subconscientes instantáneas de corrección hacia el
sistema motor para aumentar o disminuir los niveles de activación de cada
músculo periférico.
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